25-23. LA FAMILIA, LA EMPRESA Y LA EMPRESA FAMILIAR. LA FAMILIA

INTRODUCCIÓN.

No me gustaría hablar de la empresa familiar si no doy previamente mi valoración sobre la familia. La familia no es cualquier agrupación de personas, a mi entender son personas que pueden unirlos o no lazos de sangre y por igual grados emocionales. Por otro lado, en la práctica la familia es el factor que une o separa a la empresa familiar, según como funcionen sus lazos afectivos.


En mi concepto la familia puede ser definida de muchas formas pero, ante todo considero que es la base de cualquier tipo de sociedad y es sagrada o lo que es lo mismo, merece un respeto excepcional.

Hablar de familia es hablar del núcleo básico de la sociedad, tengan vínculos directos sanguíneos o no. Aceptar el concepto de familia es establecer la principal fuente de respeto, consideración y compromiso.

La familia es el primer y más importante grupo social al que pertenecemos, y es donde aprendemos los valores, las normas y las habilidades sociales que necesitamos para relacionarnos con los demás.

En este sentido, los lazos afectivos son las conexiones emocionales que se establecen entre los miembros de la familia, y que permiten una comunicación fluida y una convivencia armoniosa.

Así, la empresa familiar es ante todo una organización comercial que es propiedad y está gestionada por miembros de una misma familia. Este tipo de empresa puede abarcar una amplia gama de industrias y tamaños, desde pequeños negocios locales hasta grandes corporaciones internacionales.

Las empresas familiares a menudo se inician con la intención de mantener y transmitir el negocio de generación en generación, lo que puede crear un sentido de continuidad y arraigo. Sin embargo, también pueden presentar desafíos únicos debido a la interacción entre la dinámica familiar y los aspectos empresariales.

Teniendo presente esta categoría, podemos decir que el objetivo de este trabajo está asociado a “identificar aquellos factores que suelen estar presentes al considerar la familia como eslabón básico de la sociedad y parte integrante de la empresa en los procesos de dirección”.

DESARROLLO

La familia

Sobre empresa familiar se puede hablar mucho. Además, hay una inmensidad de libros que hablan de las particularidades de este tipo de empresa. Sin embargo, pretendo seguir mi línea de trabajo sobre la base de ensayos donde plasmo mis ideas derivadas de la experiencia, la observación, mis estudios e investigaciones. No me gusta cocinar sobre lo que escriben otros, me gusta poner de manifiesto mis ideas y criterios, ajeno a aquellos que leo y me interesan.

En este caso empecemos definiendo qué vamos a entender por la familia. En mi concepto, la familia es una institución social que ha evolucionado y cambiado a lo largo del tiempo y que su estructura varía en función de diferentes culturas y épocas.

Su evolución es evidente, se ha pasado de una familia cerrada, más integrada, bajo el mando único del jefe de familia, a una familia más abierta, más dispersa y con un mando en cierta medida ubicuo.

Recuerdo que cuando era estudiante de la universidad tuve que participar en un censo de población y al llegar a una vivienda el jefe de la familia dijo donde debía sentarme y donde debían sentarse los dos hijos y la esposa. En el medio de la encuesta hice una pregunta y un hijo la respondió y el padre lo miró y le dijo “oiga, recuerde que dije que las respuestas las doy yo”. Los hijos sobrepasaban los 25 años. Daba la impresión de aquello era un cuartel militar. Este es un ejemplo de una familia bien cerrada con decisiones centralizadas.

Otro ejemplo, fue el de un amigo cubano que se casó con una latinoamericana y para poder casarse tuvo que tener el permiso o “pedir la mano” no sólo a los hijos y los padres, sino también al que había sido su esposo. Había que confirmar que era un buen esposo para la educación de los hijos. Esto a mí me dejó sorprendido, más conociendo a mi amigo. En este ejemplo puede decirse las decisiones están algo descentralizadas o compartidas pero, la decisión final la puede tomar la pareja centralmente.

Estos son dos ejemplos sencillos. Pero, tengo también el caso de un amigo que tenía 3 hijas y cuando cumplieron los 18 años quisieron ir a vivir solas y dejaron la casa, sin embargo, no dejaron de ser familia. Este es ejemplo de familia más abierta, más ubicua, que mantuvo los lazos de afinidad.

Hoy la juventud a los 18 o 20 años busca independizarse o emanciparse del núcleo familiar para ser más independiente, claro, si las condiciones sociales y económicas se lo permiten. Sin embargo, esto ajeno a ser un acto de mayor libertad le da un carácter más complejo al concepto de familia y al de empresa familiar.

A pesar de las diferencias culturales y de las distintas formas que puede adoptar, la familia sigue siendo una institución fundamental en la vida de las personas y en la sociedad en general. Hoy no existen los prejuicios que antes lastraban a una familia.

Es por igual un espacio de socialización, donde se  aprenden normas, valores y tradiciones culturales, y donde uno se prepara para su futuro papel en la sociedad. Además, es un lugar de apoyo emocional y material, en el que los miembros pueden contar con el respaldo de sus seres queridos en momentos de crisis y dificultad.

Hoy la familia también encuentra mayor capacidad de adaptación y flexibilidad. Pueden enfrentar diferentes desafíos a lo largo de su vida, como cambios en la estructura familiar, conflictos, enfermedades o pérdidas, y es la capacidad de adaptación y resiliencia lo que les permite superar estos obstáculos y mantenerse unida.

Lazos afectivos.

A mi entender, los lazos afectivos en la familia son fundamentales para el bienestar emocional y psicológico de sus miembros, ya que son las conexiones emocionales que establecen la relación de los miembros de la familia, y que permiten una comunicación fluida y una convivencia armoniosa.

Los lazos afectivos se fortalecen con el tiempo a partir que se establecen vínculos más profundos al convivir juntos y levantarse todos los días y darse los buenos días, saludarse al llegar del trabajo, al darse las buenas noches al acostarse, al reír, abrazarse y todas aquellas expresiones que sirven para consolidar los lazos afectivos.

El amor.

El primer lazo afectivo es el amor, que es el vínculo más fuerte pero, que hay que crearlo y cultivarlo. No es simplemente decir, yo soy así, y amo. El amor debe cultivarse con cariño, con abrazos, con caricias, con un sentimiento que haga evidente que se ama.

No hay mejor expresión de amor que los abrazos, caricias y besos de los padres y familiares; el niño aún es inconsciente pero, esa expresión de amor perdura en el tiempo y lo vincula fuertemente a la familia. El amor es un sentimiento de afecto e inclinación hacia una persona y la expresión de aceptación en la relación familiar.

El respeto.

A mi entender, el segundo lazo afectivo de gran significación es el respeto. El respeto no se impone, sino se gana y se comparte. Es el que garantiza unas relaciones sanas y sobre todo equilibradas si nos ocupamos de nuestras acciones con los demás. Ser inclusivo y aceptar a los demás por lo que son. Saber respetar es comprender que no todos somos iguales y tenemos nuestras diferencias, sin juzgar e imponer ideas. No hay nada más hermoso que vivir en un clima de respeto. Enseñar el respeto es una función básica de los padres.

Para mostrar respeto hay que saber tratar a las personas, tener buenos modales y educación, valorar sus años de vida y reconocer sus méritos. Nadie es merecedor de irrespeto, todos somos merecedores de relaciones equilibradas.

La comunicación.

El amor y es respeto requieren de un tercer lazo vital que los vincule, la comunicación, que es la clave de las relaciones familiares. Una familia que no se comunica no es familia, no genera lazos de acercamiento y compenetración. No comparten intereses e ideas. La comunicación tiene que ser activa, donde se expresen necesidades y sentimientos y se escuchen entre todos. La comunicación es un puente de conexión entre los miembros de una familia. Pero, para comunicarse hay que saber escuchar, la escucha activa es esencial para garantizar las relaciones familiares. Una comunicación asertiva fortalece las relaciones familiares y garantiza vínculos de respeto y cariño.

El apoyo.

El funcionamiento de una familia no es lineal, tiene sus altas y sus bajas. Hay momentos de bienestar y felicidad pero, al igual, atraviesa momentos difíciles asociados a problemas de salud o económicos  o tal vez dramas emocionales y ahí debe aparecer un cuarto lazo afectivo: el apoyo.

Este lazo es tan vital como los otros porque hay que buscar formas de apoyo dependiendo de la situación. Pero, este apoyo tiene que ser sentido, no por un simple problema formal. La familia tiene que estar unida por sentimientos y no porque en la estructura familiar me toque tal o más cual rol. Sin embargo, el apoyo no puede ser un lazo para el abuso o el sometimiento. El apoyo tiene un límite que, si no se mide, puede romper los lazos afectivos.

La concordia.

Dada las características de la familia actual, que no suele encontrarse tan integrada alrededor del jefe de familia, en el orden personal agregaría otro lazo afectivo que pienso es necesario, la concordia. Para que la familia actual opere dentro de ciertos cánones me parece imprescindible haya acuerdos, armonía y unión en la convivencia de las personas. No sólo que exista paz, sino que haya concordancia entre los diferentes miembros.

Discrepancias

Uno de los problemas que tienen y aparecen continuamente en las familias son las discrepancias. Lo que es lo mismo, falta de aceptación y acuerdos entre sus miembros. La familia es una pero, está formada por varias personas, unas familias más grandes que otras.

Es característica singular que cada persona haya formado creencias y valores diferentes, así como caracteres, temperamento y rasgos de personalidad distintos. Esto conlleva diferencias que pueden crear discrepancias de diferente orden asociadas a varios temas, ya sean de orden religioso, político, existencial y cualquiera de ella pueden ser fuentes de conflictos.

Por igual, estas discrepancias acarrea problemas que hacen que la comunicación no fluya y el diálogo puede ser resentido o con el uso de un lenguaje agresivo. Lo problemas de mala comunicación en una familia son un mal síntoma porque distorsionan o llegan a eliminar la empatía y sí no somos capaces de ponernos en el lugar de los otros los vínculos familiares se bloquean.

Algo que está presente en todo grupo familiar son los problemas de carácter económico, los aportes que dan o reciben cada miembro de la familia. Este elemento es causal de tensiones y conflictos familiares. Discrepancias que en este ámbito ha sido un elemento decisivo en la ruptura de diferentes familias e incluso de empresas familiares.

Para que no existan discrepancias es necesario que se busquen acuerdos, concordia, convergencia, unión. Es decir, todo lo que sume o multiplique, nada que reste o divida.

Vínculos familiares

Los vínculos familiares son también determinantes en el accionar de una familia. Es una expresión de democracia familiar y a su vez el elemento clave para poner a funcionar los cinco elementos de los lazos familiares.

A través de los vínculos familiares es que nos conectamos y desarrollamos un espacio para que cada miembro de la familia pueda expresar lo que siente y precisar sus gustos. Esto, sin miedo a ser juzgados o rechazados.

Los vínculos son la conexión entre los miembros de una familia y se va generando paulatinamente a través de la comunicación y el respeto lo que permitirá el apoyo como persona o miembro de la familia y el amor necesario entre todos.

Regularmente en la familia, los principales miembros salen en la mañana a trabajar y los hijos a estudiar, lo que limita el espacio para establecer vínculos. Hoy en día este espacio se complica más aún porque con el desarrollo de la tecnología, los miembros se enganchan mucho a los móviles inteligentes y llegan hasta comunicarse a través de ellos. Con esto, el tiempo para fortalecer los vínculos se reduce. ¿Qué hacer?

Lo primero es darse cuenta que los vínculos no existen o van desapareciendo con el tiempo y una vez diagnosticada la situación debe analizarse las causas y buscar soluciones alternativas.

Hay que buscar espacios para establecer conversaciones de valor. Saludarse, abrazarse, mirarse, así como contarse qué se ha hecho durante el día. Es decir, crear confianza para abrir un poco las emociones.

Buscar complicidad entre los miembros es otro vínculo importante, por ello son necesarios espacios informales para caminar, tomar una limonada, ir a lugares para tomar fotos  y vídeos para crear recuerdos y rememorar momentos. Es decir, desarrollar actividades para convertirnos en una familia más unida.

CONCLUSIONES

La primera conclusión es que la familia es el núcleo básico de cualquier sociedad, es la base sobre la cual se erige la fuerza de toda nación.

Una segunda, es que la familia  tiene que aprender a ser familia; no es una simple declaración de principios, es un árbol en el que crecen familiares con vínculos sanguíneos pero, en el que se injertan personas sin vínculos directos pero sí con vínculos que requieren crear lazos afectivos. Además, debe considerarse que el injerto arrastras vínculos con otras personas que forman parte del nuevo árbol y que no dejan de ser familia también, al menos hasta la primera generación.

Conservar los lazos afectivos es determinante en la continuidad generacional de la familia en sí, como de la empresa familiar. Las relaciones discrepantes y tensas no conservan la comunicación y rompen la empatía y confianza entre sus miembros. La familia tiene que aprender a negociar sus discrepancias, sobre todo si estas tienen un carácter económico que deriva en conflictos interpersonales y a veces llegan a ser intergrupales.

Los vínculos familiares es algo que se deben garantizar ya que su ausencia o debilitamiento entre ellos rompen con cualquier relación familiar. Los vínculos requieren de momentos informales donde la familia se reúna para celebrar, intercambiar, reír, llorar de manera de mostrar sus sentimientos. Estos momentos se pueden normalizar, por ejemplo: el cumpleaños de los abuelos, los nacimientos, las fiestas de fin de año, otras por el inicio del verano, así como otras en la que no se tiene pretexto alguno.

Me gustaría terminar con unas palabras de José Mujica, expresidente de Uruguay, que el 19 de junio del 2018 dijo:

“No le pidamos a los docentes que arreglen los agujeros que hay en el hogar.

En la casa se aprende a: saludar, dar las gracias, ser limpio, ser honesto, ser puntual, ser correcto, hablar bien, no decir groserías, respetar a los semejantes y a los no tan semejantes, ser solidario, comer con la boca cerrada, no robar,  o mentir, cuidar la propiedad y la propiedad ajena, ser organizado.

En el escuela se aprende: matemáticas, lenguaje, ciencias, estudios sociales, inglés, geometría y se refuerzan los valores que los padres y madres han inculcado a sus hijos”.

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