INTRODUCCIÓN.
Hoy me gustaría hacer otras reflexiones y hablar de algo distinto para mí pero, como formador que siempre he sido, analizo por igual el micro y el macro entorno que me rodean, porque son formas de aprendizaje y la observación es una retroalimentación importante para la enseñanza. Dentro de este diálogo distinto pero, en mi campo de acción, voy a hablar sobre un tema muy particular: guerras y negocios.
DESARROLLO.
Siempre he conocido que “las guerras” son conflictos entre grupos o países que se enfrentan de manera violenta con el propósito de someter a otro u otros a sus intereses.
No obstante, debo aclarar que no comparto la idea de las guerras cualesquiera que estas sean, como armas o sin armas. No creo que en el mundo moderno las personas no puedan resolver sus desavenencias hablando, negociando y haciendo concesiones. Las guerras para mí son situaciones en la que el mundo en lugar de evolucionar, más bien involuciona.
Pero, si hacemos un poco de historia, se puede analizar que los conflictos derivados en guerras en el fondo hay un negocio; hagamos un somero análisis de la segunda mundial.
En este caso era obvio que este conflicto buscaba destruir a la URSS y eso es lo que pretendía el gobierno de los EEUU, por eso alentó a Alemania a una guerra que Hitler deseaba, no obstante tener un pacto de no agresión con la URSS. Pero, Hitler se cubrió la retaguardia primero haciendo alianzas con Franco y Mussolini, así como tomando a Francia para después avanzar hacia el este.
Sin embargo, nunca me había planteado que “las guerras” fueran un negocio. No fue hasta 2016 que trabajando en Ecuador vi un reportaje de CNN sobre la segunda guerra mundial. La conclusión de este reportaje fue que al iniciar la guerra EEUU tenía un 15% de desocupación y al concluir la desocupación era de un 0%, el auge económico era inmenso, todo el mundo tenía oro y se los ponían hasta en la boca.
Añado a esto, que este país fue el que aportó la menor cantidad de muertos y no abrió el frente de Normandía, solicitado por los aliados, hasta que le convino. Hasta que observó que la URSS ya avanzaba sobre Europa y complementariamente empezó a negociar con la cúpula que dejaba a Hitler.
Todas estas cosas me llevaron a reflexionar y preguntarme ¿de dónde sacaban los alemanes el combustible que necesitaban para la cantidad de tanques y aviones que tenían? La respuesta a esto aún no la tengo, tampoco la he investigado
Por otro lado, al quedar Europa destruida esta se volvió el principal mercado de Norteamérica y nada cambió hasta que en 1967 un francés llamado Jean-Jacques Servan-Schreiber (1924 – 2006), escribió su libro “El desafío americano” y demostró que Estados Unidos estaba llevando a cabo una guerra económica silenciosa en que Europa estaría totalmente superada.
A partir de ese momento los gobiernos europeos tomaron conciencia de los efectos de la guerra y aportaron capital para crear empresas mixtas y desarrollar la producción nacional.
Si hago un análisis frío de todas estas situaciones y medito, llego a la conclusión que la guerra en Europa para los EEUU fue todo un negocio. Quedaron “macho” económicamente en todo el mundo. El balance les fue totalmente favorable y mejoraron su economía, convirtiéndose en la principal potencia económica del globo.
No obstante no quedar muy bien económicamente la URSS también sacó sus beneficios. Cambio el mapa geopolítico del momento porque Stalin dijo que donde quiera que llegaran los tropas de su ejército quedaría un país socialista y por tanto, los beneficios que se derivan de sus respectivas economías.
A partir de planteamientos de Jean-Jacques Servan-Schreiber, en los años 70 Europa tomó medidas y empezaron a avanzar y a competir con los norteamericanos. La economía mundial fue cambiando su rostro en alguna medida y se realizaron cambios en el orden económico, tecnológico, político y social.
Como resultados de estos cambios, apareció en 1992 la Unión Europea (UE) y con ello en el 2002 el uso del Euro como moneda oficial de dicha Unión. Desde que surgió el Euro siempre estuvo por encima del dólar, si mal no recuerdo, se cotizaba a 1.03 o 1.06. Esto mostraba que Europa se hacía más fuerte y el Euro llegó en un momento a valorarse en 1.43 por dólar.
Obviamente, esto era un momento inicial pero, posteriormente tenía que ir cogiendo su nivel y fluctuar entre 1.16 y 1.13. Estos datos los doy no como investigador, sino como ciudadano de a pie, que va observando las cosas como ocurren y te llevan a pensar.
Sin embargo, apareció otra nueva guerra, otro conflicto y pienso que alentado no contra un país comunista, sino capitalista pero, cuyos intereses no corresponden con los de los norteamericanos. Habló de la “operación militar especial” entre Rusia y Ucrania.
Esta nueva operación, que ya no es tan especial porque se acerca a los 11 meses, puede decirse que tiene como antecedentes desavenencias históricas, desde Iván el terrible a la fecha. Incluyendo la incorporación de Crimea en el 2014 por los eventos ocurridos en Kiev, donde Rusia consideró se había producido un golpe de estado.
Al respecto Rusia consideró era necesario garantizar la integridad de los ucranianos prorusos habitantes en Crimea y tuvo en cuenta que las autoridades de Crimea, de ideología prorusa, habían solicitado la asistencia del gobierno ruso. Sobre esta anexión hubo advertencias de EEUU y Kiev, que unido a la UE la consideraron ilegal.´
Este fue otro negocio que cambió la geopolítica de la zona.
Por otro lado, el incumplimiento por occidente del acuerdo no escrito de 1991 para no avanzar con bases de la OTAN sobre Europa del Este y los acuerdos firmados en el 2014 en Minsk para no atacar el Donbás (Donetsk y Lugansk), llevaron a un nuevo enfrentamiento entre Rusia y Ucrania.
Una nota que me gustarías incorporar, la OTAN tiene a Alaska llena de base militares y no es motivo de operación especial alguna. Dejo este criterio abierto para que cada cual saque sus propias conclusiones.
Esta guerra entre Rusia y Ucrania es una guerra de nuevo tipo. Quiero decir con esto que, por ahora, adopta el carácter de una tercera guerra mundial pero, indirecta o mixta. Rusia y Ucrania se enfrentan y ponen los muertos, mientras EEUU y la OTAN, junto con la UE, ponen las armas, el dinero y alientan el conflicto a través de las redes y los medios sociales. Desde otro plano de análisis se pudiera decir que es un ensayo a una tercera guerra mundial, donde las partes están midiendo sus fuerzas y poniendo a pruebas nuevas armas.
Pero, más allá de la guerra, ¿es este conflicto también un negocio? Pienso que sí y es más evidente hoy en día el tipo de negocio que es.
Resulta que hablan y culpan a Rusia de invadir a Ucrania (situación que requiere un análisis más allá de la invasión) y no se habla de cuando la OTAN atacó a Yugoslavia y la dividió en 6 partes. Ni cuando atacó a Libia y destruyó la unión interna que había logrado el Kadafi. Ni del ataque de EEUU a Irak con noticias falsas. Ni que EEUU es el país que más invasiones ha realizado, ni que ha sido el único país que ha puesto una bomba atómica en dos lugares. Negocios estos que por igual cambiaron la geopolítica mundial.
Más allá de las guerras en sí habría que tocar fondo en las situaciones económicas. En esta guerra de nuevo tipo, un aspecto que ha alimentado los EEUU son las llamadas sanciones a Rusia, donde se volvió líder de ellas y alentó a Europa que ya va por la novena, entrando en la décima. Complementariamente, se valora positivamente dichas sanciones en todos los medios.
EEUU les dice a los europeos que no le van a comprar petróleo y gas a Rusia y los europeos se hacen eco de ellos sin tener en cuenta qué petróleo y gas le compraba los EEUU a Rusia. Así, solidariamente, los estadounidenses deciden venderle dichos combustibles a los europeos pero, a un precio mucho más alto. Luego el petróleo barato ruso fue a bolines y los costos aumentaron para Europa y el petróleo se puso más lejos.
Sin embargo, la Rusia de hoy no es la URSS de ayer. Hoy económicamente es más fuerte por el petróleo, el gas, los fertilizantes, cereales y ser uno de los mayores productores y vendedores de armas del mundo. Luego, en gran medida Europa es más dependiente de ella y las sanciones se le han convertido en un bumerang.
Hoy Europa está más debilitada que el año pasado y está enfrentando situaciones de diversos tipos debido a las llamadas sanciones, creadas e inspiradas por los EEUU.
Sin embargo, EEUU desarrolla sanciones contra Rusia en algunas cuestiones pero, no con el Uranio que le interesa como combustible para sus plantas nucleares, ni con el Paladio que le es vital para las tecnologías electrónicas y médicas. Tampoco han sancionado los fertilizantes.
En Europa la situación de los combustibles ha afectado la industria, la agricultura y todos los sectores de la economía y la “ayuda de sus aliados”, los EEUU, es un combustible con un precio más elevado, que Europa no lo puede soportar. Además, de no tener la misma calidad.
Esta situación ha llevado a que ya existan gobiernos que empiecen a abrir los ojos y protesten al respecto porque están sufriendo más el conflicto que los que crearon las sanciones.
Toda la ola de sanciones ha creado una crisis global, sin considerar que Rusia es el mayor proveedor de recursos naturales, donde EEUU está obteniendo grandes ganancias por el suministro de petróleo y gas, además, de las que está obteniendo por la venta de armas a Ucrania.
Por otro lado, en EEUU desarrollan una ley contra la inflación que alienta un proteccionismo, con créditos directos, subsidios y otros programas de beneficios que estimulan a que las industrias y los especialistas europeos emigren hacia EEUU que es más barato.
Luego hoy en día, el negocio de la guerra sigue operando y EEUU se está llevando una gama de industrias europeas, generando multimillonarias inversiones y puestos de trabajo. Mientras la industria europea paga más por las sanciones y aumentan sus presupuestos militares, así como tienen que enfrentar la competencia de las industrias estadounidense, que es otra guerra, en este caso desleal.
Esto hace que Europa esté impotente ante los EEUU y al parecer no pueden protestar porque corren el riesgo de caer en su lista negra y ya se sabe cuáles son las consecuencias. He aquí el peligro que una gran nación tenga tanto poder en el mundo.
Rusia por su parte aumenta sus ventas de petróleo a China, India, Turquía y otros países de la región, así como va generando nuevos intereses con nuevas alianzas que están configurando, junto a estos y otros países, nuevas organizaciones económicas, que al parecer resultan más interesantes y atractivas. Ejemplo de estas alianzas son los 10 países que integran la ASEAN y por otro lado los que forman el BRICS, que pretende incluir nuevos países.
Ante esta situación, me surgen algunas interrogantes ¿Dónde están los políticos europeos? ¿No observan la situación real de esta guerra que no les toca? ¿No evalúan que el Euro que llegó alcanzar 1.43, hoy 17 de enero de 2023 está a 0.92? ¿Quién se está beneficiando de la guerra una vez más y quién está perdiendo? ¿Y quién está perdiendo y sufriendo las consecuencias de una guerra que no les toca?
Haría falta que estos políticos leyeran el libro de Jean-Jacques Servan-Schreiber para que comprendan que se está generando “una guerra económica silenciosa en que Europa estaría totalmente superada”.
CONCLUSIÓN.
Como la segunda guerra mundial, es evidente que esta guerra y cualquier otra son todo un negocio; será una guerra y un negocio de nuevo tipo, de otros tiempos, de otros contextos pero, que se siguen beneficiando los mismos intereses, el gran capital. Una pregunta a despejar es ¿y dónde quedan los pueblos?