17. La innovación. Segunda parte.

….. continuación.

La innovación en las organizaciones.

Ya vimos que innovar es realizar un cambio novedoso de algo, que implica nuevas ideas con el propósito de ser útil y que lógicamente se logre una determinada mejora, que puede conllevar a una mayor productividad.

El campo de la innovación puede verse desde diferentes dimensiones: la innovación de productos o servicios, la de procesos, la de marketing o la organizacional. Puede decirse que unas son tecnológicas y otras no tecnológicas. También pudiera hablarse de innovaciones radicales o incrementales. Dichas dimensiones también pueden convertirse en los focos de innovación, que responden a la estrategia definida.

Así, en las organizaciones se puede innovar creando un negocio diferente; tal vez puede ser que el negocio principal de una empresa sea la siembra, cultivo y recogida de la hoja de tabaco y, adicionalmente, se dediquen áreas para la siembra, cultivo y cosecha de cultivos varios para aumentar las ventas y neutralizar el efecto de los precios bajos de la hoja, ya que la industria se lleva los mayores beneficios. Otras áreas de la misma empresa también pudieran criar ganado vacuno, ovino o caprino, buscando por igual aumentar los beneficios e incrementar los alimentos que requiere la población. Se puede decir que diversificarse cae dentro del campo de la innovación

Otras formas de innovar es introducir el beneficio a los productos agrícolas o industrializar otros tipos de productos. Es decir, son formas de agregarle valor al producto. Al igual pudiera verse en un banco darle mayores funciones al cajero para que, además de intercambiar el dinero, venda servicios bancarios a los clientes que atiende por caja. Tratar de reducir o eliminar los almacenamientos por productos en proceso y agilizar la línea de producción son formas de innovar para agregar valor y reducir costos. Y no quiero dejar fuerza la posibilidad de digitalizar actividades para mejorar y aligerar servicios que presta la organización en particular.

La innovación, por tanto, es una categoría que puede estar presente en cualquier organización, lo único que requiere es tener disposición a llevarla a cabo, por eso es importante pensar. Poner a todo al personal a pensar en qué se puede cambiar, en qué se puede mejorar. Esto obviamente, requiere tener clara una visión a futuro del negocio, trazar políticas al respecto, así como alimentar los valores que acompañan a la innovación para que se actúe respecto a ellos. Pero, también requiere identificar quienes son los agentes de cambio que tiene la organización, de manera que se vuelvan elementos pivotes para multiplicar las innovaciones en diferentes ámbitos.

Luego el primer criterio a tener en cuenta en una organización para innovar es pensar. Sin embargo, yo le agregaría, además, otro criterio, es la insatisfacción. Hay que pensar sobre aquello que nos produce insatisfacciones, sobre aquello que hacemos y sentimos nos deja un sabor amargo y hay que mejorarlo. También hay que tener en cuenta los criterios de clientes, hay que abrirles un espacio para que manifiesten sus insatisfacciones. Esto no es complejo, puede ser un simple buzón de quejas o crear un momento a través de grupos focales, donde los clientes manifiesten sus insatisfacciones. 

Sin embargo, hay que destacar que innovación no es invención, existe una pequeña diferencia en estas categorías y no se puede entender que la innovación es compleja porque hay que inventar algo. Invención es diferente a innovación, inventar implica descubrir algo por primera vez, algo que no existía. Lo que caracteriza la invención es que lo que se inventa no existía antes.

La humanidad está llena de invenciones, algunas de las invenciones más importantes fueron el fuego, el telégrafo, el teléfono, la máquina de vapor, la imprenta. Con esto nos podemos dar de cuenta que la invención es la capacidad de hacer realidad algo desde el punto de vista físico. Sin embargo, la innovación es poder poner en el mercado la invención realizada.

En estos tiempos de COVID-19 hemos visto muchos procesos de invenciones en nuevas vacunas puestas en el mercado. Cuba ha pasado a formar parte de esas invenciones con las vacunas SOBERANA-02, SOBERANA PLUS, Abdala y Mambisa. Aunque en Cuba se han aplicado con carácter emergente a la población, todavía no es reconocida porque le falta la certificación internacional de la OMS. Una vez que se logre eso pasará a ser una invención certificada y ya se puede vender en el mercado internacional.

La situación con las invenciones de los productos que tienen que ver con la salud humana es que poderlas introducir en el mercado es muy complejo. Tienen que ser aprobadas o certificadas por instituciones sanitarias de cada país y si la nueva invención compite o es sustituto de otro producto, empiezan a operar otros mecanismos para bloquear la entrada al mercado del nuevo producto. Esto fue lo que pasó con el llamado PPG, que tuvo mucha resistencia para ser reconocido en el mercado internacional.

Esto nos demuestra que uno de los aspectos más difícil es vender las nuevas ideas, los nuevos inventos. En el mundo hay empresas de emprendedores dedicadas a inventar nuevos productos. Por ejemplo: paraguas para recoger el excremento de las mascotas, no se permite que hagan sus necesidades en la calle y se queden allí; objeto para hacer más cómodos viajes largos en autos, te sostiene la cabeza mientras duermes; objetos para evitar accidentes domésticos, plásticos que se ponen en dos dedos y evitan cortarse con el cuchillo; fundas para asientos de estadios de fútbol, permiten poner bocadillos y evitar te ensucies la ropa; paraguas para manos libres, cuenta con un dispositivo que pones el paragua lo fija y tienes las manos libres para llevar bultos o niños. En fin, invenciones hay muchas, el problema es encontrar quién las pone en el mercado, quién la financia y cómo se mercadea para que las personas reconozcan su utilidad.

De aquí se deriva el papel principal que juega el área de ventas en buscar innovaciones que creen la mística necesaria para determinadas invenciones. Luego la invención es la idea original de inventar un producto nuevo, la innovación está en quién pensó el procedimiento para que esa invención sea realidad. 

Un ejemplo clásico de una innovación en ventas está en Domino’s Pizzas, quien creó la mística a través de una promesa: “Si no se entrega a la casa en 30 minutos, no se paga”. Claro que esta promesa es imitable y después otros innovaron, haciendo un símil al anterior “Si no llega caliente, no se paga”. Las pizzas de uno y de otros, así como todas las pizzas como producto, son iguales. La diferenciación en el mercado está en la mística para venderla a través de una promesa, ahí es donde está la innovación.

Lo mismo sucede con otro producto nuevo, que no existía y que fue inventado pero, para que sea realidad esa invención, hay que crearle la mística necesaria para que el mercado lo conozca, se identifique y lo consuma. Por ejemplo, las vacunas cubanas para el COVID-19 fue resultado de una invención pero, todavía no están certificadas, no tienen autorización para su uso emergente en el ámbito internacional, se está en este proceso en estos momentos. Se supone no se puede vender hasta que no sea reconocido su uso emergente por la OMS. Claro que esto no quita la posibilidad de acuerdos bilaterales entre países.  

Sin embargo, ya existen las de Pfizer, Jonhson & Jonhson, Moderna, Sputnik-V, AstraZeneca y las chinas. ¿Cómo introducir ahora en el mercado las vacunas cubanas? Aunque este caso la demanda es mayor que la oferta, el problema es establecer la diferencia contra aquellas marcas que ya están posicionadas durante muchos años en el mercado. Pfizer es una marca fuerte de años, cómo competir con Pfizer, ahí hay que innovar y ver si alguna de nuestras vacunas es superior o al menos logra ponerse al propio nivel.

Un ejemplo de esto que acabamos de decir es la nota de prensa publicada en el periódico Girón de Matanzas y que fue reproducido por Cubadebate bajo el título de ¿Qué ha sucedido con la primera fábrica de nasobucos en Cuba radicada en Matanzas?

No es una invención de un nuevo producto, es la simple introducción de una inversión con todas las facilidades dadas por el inversionista y aún no se han puesto en el mercado, ha faltado la mística para introducirlas, ha faltado precisamente la innovación. No hay ejemplo más fehaciente de la necesidad de desarrollar la invención que este que nos presenta la prensa hoy 3 de octubre de 2021.

Con los criterios hasta aquí expresados quiero complementarlos con algunas ideas que pueden resultar trampas en la innovación. He dicho que innovar es pensar y con ello generar ideas pero, recalco, no es sólo tener ideas, es actuar con esas ideas, es convertirlas en resultados útiles.

Obviamente, para pensar y tener ideas hay que desarrollar la creatividad pero, esa creatividad tiene que convertirse en resultados concretos. Tener creatividad es parte del proceso sin embargo las ideas creativas no tienen sentido si no se expresan en resultados beneficiosos que solucionan necesidades de personas o procesos.

Hoy en Cuba se ven muchos emprendimientos, pero no pensemos que emprender es innovar. No todo emprendimiento es innovador pero, sí, para innovar hay que ser, además, emprendedor. La innovación se convierte en resultados cuando se emprende en una organización en particular y sus resultados se hacen realidad.

No debemos pensar que la única forma de innovar es tomando como base ciertas tecnologías, pueden servir de base o apoyo pero, la innovación puede estar también en cómo se presta el servicio. Reducir la innovación a la tecnología es subestimar las capacidades humanas.

Algunos mitos suelen estar también presentes en el ámbito de la innovación y es confundirla con la invención; innovar es algo más que inventar objetos o productos. Innovar está asociado al modelo de negocio y la capacidad que este tenga para pensar, generar ideas y actuar con ellas.

No se puede pensar que la innovación no corre riesgos, ella está sometida a riesgos hasta tanto no demuestre su utilidad. Tampoco puede verse la innovación como algo asociado a lo más novedoso, una innovación puede estar asociada a incrementar el valor del producto por determinadas mejoras.

Ya dijimos que innovar es pensar, generar ideas y actuar y esto no es cuestión de suerte si fuera así no tendría valor la innovación en sí misma. La suerte es el punto en que el conocimiento derivado del pensar se encuentra con las oportunidades. Así sería un proceso pensado y no un proceso al aleatorio derivado de lo que a veces se entiende por suerte.

La innovación no puede verse tampoco como un proceso aislado de un investigador pensante en solitario. La innovación necesita confianza, colaboración, compromiso, crecimiento y cambio. La innovación es algo más que una gran idea y por eso hacen falta personas que vean las ideas desde diferentes puntos de vistas.

Para resumir, podemos decir que la innovación requiere de una serie de pasos que se reconocen como pensamiento de diseño o design thinking. Un primer paso es desarrollar un proceso empático que derive identificar las principales necesidades del cliente. Un segundo paso de determinar las necesidades medulares para buscar una solución. En el tercer paso hay que pensar creativamente, hay que idear, para solucionar las necesidades medulares. Durante el cuarto paso se crea el prototipo de solución de forma tal que en el quinto paso se pueda probar por el cliente las soluciones encontradas y hacer los ajustes que sean necesarios o descubrir las virtudes que presente la solución encontrada.

En esencia este proceso es cíclico y flexible de manera de ir adecuando las soluciones. Además, es un proceso interactivo entre innovadores y usuarios y busca soluciones reales a las necesidades encontradas. Además, permite una mayor comprensión de aquellos que hacen uso de los productos o servicios que se innovan.

Una práctica común en este sentido son las alianzas entre proveedores y clientes, esta alianza crea una dimensión particular donde los proveedores buscan solucionar las situaciones de sus clientes, para ser más efectivos. Un ejemplo de este tipo son las alianzas producidas entre la industria electrónica y las ciencias médicas. Hoy se ven mucho equipamiento que apoya el trabajo de las diferentes especialidades de la medicina.

Creo que en Cuba a pesar del movimiento de “innovadores y racionalizadores” la innovación no ha estado a altura de las necesidades del país. Justo en el mes de marzo de este año 2021 el Presidente de la República, Miguel M. Díaz-Canel defendió su tesis doctoral con el título de “Sistema de gestión de gobierno basado en ciencia e innovación para el desarrollo sostenible en Cuba”.

Obviamente, este es un gran impulso a que la innovación tome fuerza en Cuba y ya se ve cómo las universidades y centros científicos están jugado otro rol y cómo el mismo Presidente ha creado diferentes grupos de “fuerza tarea” para enfrentar situaciones del país desde la ciencia y la innovación. Esperemos que a partir de ahora se pueda desarrollar más esta categoría de innovación para ver la entrada al túnel del desarrollo sostenible.

CONCLUSIONES:

  • El punto de partida de la innovación es pensar, generar ideas novedosas y de utilidad para posteriormente actuar.
  • Estimule la innovación, haga que la gente piense, genere ideas y actúe. Idee sus motivaciones para que la innovación sea una realidad en su organización.
  • Tenga en cuenta que puede desarrollar la innovación desde diferentes dimensiones, no se acoja a una sola, desarróllelas todas.
  • Identifique los agentes de cambio o innovadores que tiene en su organización y trate de multiplicarlos.
  • Haga un inventario de las insatisfacciones que tiene sobre cómo opera su organización.
  • Identifique, por igual, aquellas insatisfacciones de sus clientes. Esto le permite conocer dónde tiene que buscar la mejora continua.
  • Innovar no es invención, la invención está asociada a la creación de algo que no existía antes, descubrir algo por primera vez.
  • La invención no es realidad hasta que no demuestra su utilidad y beneficio en el mercado. Para ello, hay que innovar.
  • Para poner una invención en el mercado hay que desarrollar una mística sobre el producto, estimular el imaginario en el consumidor que identifique la invención. Esta mística puede llegar a ser una simple promesa.
  • Tenga cuidado en no caer en las trampas de la innovación, no piense que innovar es cualquier cosa o simplemente crear nuevos productos, ni que emprender es innovar.
  • Piense que alrededor de la innovación también existen determinados mitos, ponga los pies en la tierra y haga del mito una realidad, una nueva verdad.
  • Considere los pasos del pensamiento de diseño o design thinking para que la innovación no sólo sea una política declarada, sino también compartida.
  • La innovación garantiza un desarrollo sostenible y sustentable.

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