INTRODUCCIÓN.
Yeannys Parada Hernández me envió una nota en que me dice: “Saludos profe me gustaría que hablara sobre los líderes exitosos y que si pudiera ampliar un poco más de líderes políticos exitosos. Gracias”. Con este mensaje me sentí estimulado y por ello comparto la musa porque creo puede ser un criterio estimulante para intercambiar ideas en un ensayo sobre eso que llaman “líderes de éxito”.
En el trabajo anterior dije: “En esta oportunidad no voy hablar de que exista liderazgo de los incapaces o un liderazgo de los capaces, sino que simplemente existe liderazgo. La incapacidad o la capacidad del liderazgo dependen, en principio, de las competencias que tenga el líder y de la forma personal que sea capaz de aplicarlas dependiendo de la situación y los grupos con los cuales trabaja”.
Con la propuesta de Yeannys ya la idea no es hablar del liderazgo de los incapaces o el del liderazgo de los capaces, sino de la figura de los llamados líderes exitosos. No obstante, aún este último caso sigo defendiendo mi tesis de que el liderazgo depende de las competencias que tenga el líder y de la forma personal en que sea capaz de aplicarlas dependiendo de la situación y de los grupos con los cuales trabaja. Esto tal vez pudiera hacerlo exitoso pero, ¿qué es el éxito? ¿Es un partido en un juego de ajedrez, donde se puede ganar uno o varios pero, perder otros?
Con estas ideas se puede decir que el objetivo del presente ensayo es “hacer un análisis sobre los llamados líderes exitosos en las organizaciones”. Como siempre me gusta observar las cosas del otro lado de la acera, creo que es válido preguntarse ¿existen líderes exitosos?
DESARROLLO.
Es prudente empezar teniendo claro qué es el éxito. Se puede decir que, el éxito es una variable compleja que tiene que ver con la imagen y es la resultante de una acción desarrollada para alcanzar determinados objetivos importantes para la organización y en el marco de determinados valores. En este sentido el éxito se puede decir es una variable resultado, dependiente de un grupo de factores.
Esta es la definición más general posible, porque el éxito puede tener muchas definiciones y puede estar asociada a la imagen de una persona, de un grupo de personas o de una organización. Puede por igual estar asociado a resultados que garanticen la obtención de grandes sumas de dinero. También puede estar asociado a las acciones dirigidas para formar determinados valores en personas, grupos u organizaciones. Definiciones de éxito pudieran hacerse varias.
Sin embargo, de repente cambian las situaciones y lo que era exitoso hoy no lo es mañana.
De los primeros autores que hablaron de la excelencia y del éxito en las empresas fueron Tom Peters y Robert Waterman, con su libro “En busca de la excelencia” (1982). Este libro fue resultado de una investigación en 43 empresas industriales importantes de los EEUU y ofrecieron 8 principios básicos de la excelencia, que aún hoy tienen vigencia. En esta obra determinan lo que distingue a una organización exitosa de otra no exitosa
Después en “Pasión por la excelencia” (1985) Tom Peter y Nancy Austin, en este segundo libro, hablan de las 50 mejores empresas de la Revista Fortune y estaba enfocado a cómo se logra que una organización sea exitosa.
En ambos libros se cuentan anécdotas interesantes sobre el liderazgo en las empresas de éxito y dan conceptos sobre la excelencia, planteando que la excelencia o el éxito no son una utopía, sino que se logra con pasión, con fanatismo, donde el liderazgo es un factor decisivo porque es el que integra todos los componentes de la organización, es la clave del éxito.
Sin embargo, en su siguiente libro “Prosperando en el caos” (1987) muchas de las empresas que había caracterizado en 1985 como las mejores, ya no estaban en el listado de las mejores. Esto nos da la idea de la volatilidad del éxito y su temporalidad.
Con estas ideas, como siempre, es necesario plantear algunas situaciones reales que le dan fuerza a los planteamientos hechos.
Situación 1.
Esta situación se le pudiera llamar Caso Ortega. Ortega era un viejo amigo que se destacó en su labor como líder, llevó su empresa a que fuera exitosa y él era un referente en su comunidad, era un líder de éxito. Una de las cuestiones que hizo Ortega para llevar su organización al éxito fue que todos los trabajadores evaluaran el liderazgo de sus líderes a diferentes niveles, incluyéndole a él.
Los trabajadores reconocieron el liderazgo de todo su equipo, excepto a uno, que posteriormente Ortega eliminó de su staff. Además de reconocerle el gran liderazgo que él tenía en la empresa y que la había llevado a un alto reconocimiento, le señalaron como crítica que él tenía que cuidar su imagen personal.
Fuerte señalamiento le hicieron y tenían toda la razón. Sin embargo, Ortega hizo caso omiso a tal señalamiento de los principales actores de su organización y al poco tiempo falleció de un infarto masivo. Con su fallecimiento, no sólo se perdió un gran líder, sino que también la empresa perdió el éxito que tenía. Los continuadores no fueron capaces de conducir la organización por el mismo camino. Otro fallo de Ortega, no preparar a su sucesor adecuadamente.
Situación 2.
Otro caso conocido es el asociado a un líder de un hotel, que fue su fundador y estableció un sistema de gestión donde el corazón eran los valores. Todo el sistema de gestión giraba alrededor de los valores: la atención al cliente, los recursos humanos, los estándares de desempeño, los recursos financieros, las estrategias, las políticas, los objetivos, la misión, la visión y había una filosofía de aprender a escuchar en privado.
Siendo una organización nueva, ya al año de inaugurado esta organización tuvo felicitaciones por las utilidades, a los tres años obtuvo el primer premio de calidad y a los cinco el segundo. Sin embargo, con el tiempo este líder empezó a recibir anónimos de los trabajadores y estos llegaron a la cifra de 8. Todas eran denuncias sin fundamento pero, la corporación lo subió porque a un buen líder lo iban a quemar. A partir de ahí el hotel no fue igual. La misma situación está presente, este líder no preparó adecuadamente a su sucesor. Hoy tratan de recuperar su imagen.
Situación 3.
Este es otro líder hotelero de éxito que obtuvo primero diferentes premios nacionales y después llegó a alcanzar un Premio de Calidad Internacional como resultado del modelo de gestión orientado a la calidad. Este premio se logró como resultado del acompañamiento continuo de varios consultores que desempeñaban sus funciones como académicos.
Como premio a la gestión desarrollada este líder de éxito fue cambiado de hotel para que levantara otro, que estaba con resultados nada satisfactorios. El líder llegó a otro teatro de operaciones diferente, con otros actores y situaciones distintas. Sus métodos de trabajo no fueron aceptados y tuvo que renunciar y cambiar de actividad. Los principales actores le serrucharon el piso.
El hotel que obtuvo el Premio Calidad Internacional no llegó a ser igual, no tenía un sucesor de las políticas anteriores. El otro hotel no logró del todo superar su situación y el líder quedo totalmente destruido en el aspecto personal.
El liderazgo exitoso.
Tres situaciones diferentes que nos muestran una vez más el planteamiento anterior, que el éxito y los líderes de éxito son variables circunstanciales y con un grado de temporalidad. Que el liderazgo depende de las competencias, los actores, las situaciones, los teatros de operaciones, el uso del poder y las decisiones que se tomen. Además, que para que el liderazgo funcione hay que preparar adecuadamente a los sucesores, para que sean continuadores de las políticas establecidas.
Muchas otras situaciones conocemos y seguro usted también. Algunas es posible hayan tenido realce, otras tal vez quedaron en el anonimato. En un momento estuve haciendo una investigación para identificar líderes de éxito y montar un programa en la televisión con ellos e hice un inventario inicial de cerca de 35 líderes exitosos. El programa no se montó y los líderes quedaron ocultos, algunos ya se han muerto.
Por igual, se conocen organizaciones que han tenido productos que han fracasado y han sido reconocidas como exitosas por sus otros resultados. También, hay otras que han tenido resultados o utilidades de manera permanente pero, no son reconocidas como exitosas y en determinado momento han tenido que cerrar porque sus productos no tienen la calidad necesaria y no satisfacen el mercado.
Luego, ¿qué es un líder exitoso? Se puede decir que es alguien que circunstancialmente tiene las competencias necesarias para en determinadas situaciones, en un teatro en particular y con actores determinados, sea capaz hacer uso de la mejor forma del poder otorgado, tanto por el cargo como por los subordinados, y tomar las mejores decisiones para alcanzar los objetivos previstos de manera sostenible y de forma permanente.
Un líder de este tipo domina los aspectos tangibles de la dirección y sabe operar con los intangibles para agregarle valor. Tiene múltiples competencias, entre ellas: ser visionario, abnegado, consistente, consecuente, persistente, luchador, pasional, fanático, ejemplo, disciplinado, sacrificado, humanista, creativo, ético, paciente, confiado y da confianza, empodera, con apertura mental, humilde, altruista, empático, comunicador, trabaja en equipo, formador, con compromiso social y respetuoso. Muchos epítetos más se pudieran decir pero, todos quedan englobados en una categoría “competencias”.
Como se observa, todas estas competencias se traducen a valores. Es decir, un líder exitoso es alguien con una serie de cualidades que lo distinguen en su actuación. Pero, el problema es saber conjugar esas cualidades con la situación, los actores y el teatro de operaciones.
Estas cualidades (actuaciones) dan la imagen de un líder exitoso pero, para obtener la imagen de una organización exitosa esas competencias hay que saber combinarlas con las situaciones, los actores y los teatros de operaciones a través de un sistema de gestión capaz de integrar todos los componentes para alcanzar el éxito. Hay muchas variables en juego y la alteración de alguna en particular, altera todo el sistema.
La dirección de una organización es como la dirección de una orquesta, donde tiene que haber armonía, es decir, proporción y correspondencia de las partes en un todo; sonido, que es la sensación armoniosa recibida por los sentidos; ritmo, proporción simétrica de los tiempos o movimientos; melodía, donde los sonidos halagan a los sentidos y sobre todo alineación, que es la orientación del todo en una única dirección estratégica con el propósito de generar un valor por la interacción de las partes que es mayor a la suma de las mismas.
Cinco componentes que se enuncian fácil pero, que son bien complejos trabajarlos en un todo orgánico. Un trompetazo mal dado, fuera de lugar rompe todos los componentes de la pieza que se está instrumentando. Hay que trabajar considerando que el público objetivo, los clientes, son los que dan la valoración del éxito o no, por lo que han que trabajar con fanatismo orientado hacia ese público objetivo.
Esto tiene que ser válido tanto para las empresas como para las organizaciones no lucrativas. Hay que evitar los trompetazos o pasos mal dados porque si no, se alteran la armonía, el sonido, el ritmo, la melodía y la alineación de la organización que sea.
¿Qué diferencia a los directores de orquesta de los directores de otras organizaciones? La experiencia dice que los primeros ensayan la obra y arreglan todo antes de salir a escena. Los directores organizacionales suelen considerar que todos saben lo que tienen que hacer, no practican la gestión itinerante interna y por eso hay tantos trompetazos que alteran toda la partitura.
Pero, cuidado a la hora de hablar de líderes exitosos porque podemos caer en un marco no deseado. ¿Es que Pablo Escobar y Joaquín “Chapo” Guzmán fueron líderes exitosos? Por determinadas acciones hay quien pudiera decir que sí. Sin embargo, la situación del negocio que ellos trabajaban es dañina para la humanidad, aunque muy lucrativa. Además, muchos muertos dejaron en el campo de batalla.
Se observa, que este último ejemplo, no es la mejor idea pero, hay que tener mentalidad abierta al análisis de los pros y los contras de las situaciones para comprender que “el éxito es una variable circunstancial y compleja, dependiente de las acciones, los individuos, las circunstancias o situaciones y los objetivos a alcanzar. Pero, pudiera decirse algo más, el éxito es una variable que las circunstancias pueden hacerlo temporal. Es decir, se es exitoso hoy y no mañana”.
Hay otra pregunta en el camino: ¿es que los líderes son linealmente exitosos, éxito es igual a perfección? ¿Dónde quedan los fracasos y errores de los llamados líderes exitosos? A veces los éxitos esconden actos que no son químicamente puros y se ocultan en pronunciamientos que crean indirectamente la complicidad.
La categoría “nosotros” es un ejemplo de tal complicidad. Nosotros, pronombre personal de primera persona del plural, que se suele utilizar en los pronunciamientos y engloba así como compromete a personas que no forman parte de la idea en determinadas situaciones. En el plano personal me he visto involucrado en ocasiones por un “nosotros” que yo no compartía y con el cual conmigo no se contó. Pero, quedé como parte de una idea no deseada.
Por otro lado, todos conocemos de líderes que tienen imagen de exitosos, aunque no demostrada en los resultados de la organización que dirigen y que posteriormente quedan involucrados en actos de corrupción, donde arrastran con ellos a otras personas como cómplices.
Luego de la categoría éxito hay que cuidarse y no considerarla químicamente pura; en ella hay categorías como: imagen, resultados de una acción, objetivos importantes y determinados valores. Cuando se hable de éxito hay analizar: la imagen de quién o de qué; cuáles son las acciones que emprenden; cuáles son los resultados que se pretenden y sobre todos, cuáles son los valores sobre lo que se deben trabajar. No es bueno conformarse la idea de éxito con una sola variable: imagen.
Todos los componentes del éxito siempre hay que mirarlos desde el otro lado de la acera y ser profundo en los análisis.
La imagen es la figura de una persona o cosa que puede ser captada por cualquier de los sentidos pero, que no puede considerarse como absoluta, hay que buscar los valores relativos de las imágenes de determinadas personas, cosas o hechos. Puede ser la representación de una realidad pero, no la realidad en sí misma. Puede tener una función simbólica con una carga significativa de subjetividad; puede ser la apariencia de algo que no lo es. Puede ser una imagen mental pero no real.
Los resultados de una acción hay que medirlos sistémicamente, que estén adecuadamente sincronizados y que agregan valor con el mejor uso de los recursos. ¿Cómo solucionar el problema de los tiempos en los procesos? A través, de lo que tanto se repite pero, no se hace: orientándose al cliente.
Reducir los tiempos hace los procesos más ágiles, rápidos y flexibles. Pero, para ello hay que hacer un análisis de flujo de valor agregado y eliminar los pasos que no agregan valor y aumentan los tiempos, hay que observar que hacen las personas en cada paso del proceso. Si no se está trabajando, si un documento duerme un tiempo o se archiva, no se está agregando valor. Luego los resultados de una acción, no son los resultados en sí mismo, sino cómo se alcanzan.
Los objetivos o resultados importantes tampoco pueden considerarse cualesquiera resultados, hay que tener en cuenta si satisfacen necesidades sociales y si es más de lo mismo o es resultante de emprendimiento que introduce algo realmente innovador. Lo resultados no pueden medirse sólo por el cumplimiento de un plan, sino que realmente el trabajo puso en tensión las fuerzas y el éxito es la resultante de esa tensión.
Los valores son un aspecto importante y determinante del éxito. Los valores no pueden ser cualesquiera valores, sino aquellos que le sirven de paragua al éxito. El éxito tiene que alcanzarse del compromiso social que se tienen con los resultados, de la apertura mental con la que se trabaja, del desarrollo de la creatividad y la perseverancia con que se acciona. Igualmente del grado de cooperación y disciplina con que alcanzan los resultados, así como del respeto y la humildad con que se opera.
Para concluir hay que hacerse la pregunta que da el título a este ensayo ¿líderes exitosos? Sí, existen pero, no nos engañemos, esto no es una cualidad eterna, es circunstancial y temporal. No se debe partir de que los líderes exitosos son linealmente puros, nunca olvidemos de revisar detrás de la fachada. La vida da fe de ello.
No soy partidario de tipificar los rasgos de un líder porque esto da una descripción muy lineal y carente de otras variables. No obstante, no dejo de reconocer que hay rasgos que destacan a los llamados líderes exitosos, unos más otros menos. Son personas de carácter fuerte, perseverantes, incisivas y seguros de sí mismos. Suelen ser determinantes, de un gran instinto y lealtad. Son diplomáticos, negociadores y de gran imaginación, que escuchan pero no todo, que aman a su manera lo que hacen y en cierta forma son caprichosos. Suelen ser protagonistas, impredecibles y les gustan los riesgos. No se conforman con una vida tranquila y son contagiosos. En fin, son personas que como todos tienen sus virtudes pero también sus desaciertos.
CONCLUSIONES.
Como resultado de análisis realizado sobre los líderes exitosos, vistos desde el otro lado de la acera, se puede arribar a las conclusiones siguientes:
- El éxito es una variable resultante dependiente de muchos factores: imagen, acciones, objetivos y valores.
- El éxito dependen de determinadas circunstancias y suele tener un carácter temporal.
- Líderes exitosos son aquellas personas que tienen las competencias necesarias para en determinadas situaciones, en un teatro en particular y con actores determinados, ser capaces de hacer uso de la mejor forma del poder otorgado, tanto por el cargo como por los subordinados, y tomar las mejores decisiones para alcanzar los objetivos previstos de manera sostenible.
- Los líderes exitosos dominan los aspectos tangibles de la dirección: tiene una estrategia clara, saben qué darle a los clientes y sienten fanatismo por ellos, así como tienen procesos claves que agregan valor al producto o servicio. Además, saben operar con los intangibles, que son aquellos que sirven de fuente para agregarle valor a la organización.
- Los líderes exitosos tienen múltiples competencias, que a su vez se traducen en valores.
- Los líderes exitosos dirigen organizaciones que tienen armonía, sonido, ritmo, melodía y sobre todo alineación a la partitura deseada o lo que es lo mismo a los procedimientos o protocolos establecidos.
- Los líderes exitosos tienen que ensayar todos los procesos de su organización, tienen que ver en vivo y en directo a los actores actuando en la parte de la obra que les toca. Es decir, tienen que hacer gestión itinerante dentro de las distintas partes de la organización. No puede asumir que todos saben lo que hay que hacer, eso es lo que se suele llamar “laissez faire” y se sabe no es el mejor estilo de dirección.
- Hay que observar con cuidado la posible linealidad del liderazgo exitoso, tras ello pueden estar ocultos determinados fracasos, errores o complicidades.
- Hay que tener cuidado porque la imagen de un liderazgo exitoso puede ser una representación de la realidad pero, no la realidad en sí misma. Hay que medir las acciones para tener claro que son creadoras de valor, los objetivos alcanzados tienen que ser reflejo de un trabajo tenso, que satisfacen una necesidad social o son resultante de un emprendimiento innovador y que los valores deben estar asociados a aquellos que les sirvan de paragua al éxito.
Excelente artículo.
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